Salud mental juvenil

La adolescencia es un tiempo formativo en la vida de un individuo. Pueden surgir emociones difíciles a medida que manejan varios aspectos de la vida, como las amistades, la escuela, la vida hogareña y más. Con una de cada siete personas entre las edades de 10 y 19 años a las que se les diagnostica una enfermedad mental, obtener la ayuda adecuada durante la adolescencia es extremadamente importante para el presente y el futuro de la salud mental de una persona.

Cómo ayudar a un adolescente o adulto joven que lucha con problemas de salud mental:

1. Conozca las señales de advertencia. Analizar los signos y síntomas conductuales de un niño, joven o adolescente puede ayudar a determinar los próximos pasos en su camino hacia la salud mental. El Instituto Nacional de Salud Mental enumera muchos signos de comportamiento que pueden estar asociados con la enfermedad mental, incluidas las rabietas frecuentes, la incapacidad para quedarse quieto y dormir demasiado o muy poco. Notar estos signos puede ayudar a comprender cuándo es necesario buscar la ayuda de un profesional de la salud.
2. Infórmese sobre las enfermedades mentales. Aprender tanto como sea posible sobre la salud y las enfermedades mentales es crucial para ayudar a otras personas que pueden necesitar ayuda para manejar las suyas. La Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales ofrece un programa educativo gratuito de 6 sesiones para padres, cuidadores y otras familias que brindan atención a jóvenes (menores de 22 años) que experimentan síntomas de salud mental.
3. Hablar de salud mental. Hablar abiertamente sobre la salud mental con un individuo que experimenta síntomas es fundamental para ayudarlo. La comunicación abierta y honesta sobre la depresión, la ansiedad y los pensamientos suicidas reduce el estigma del silencio en torno a estos temas, y permite que la persona sepa que se recomienda hablar sobre problemas de salud mental.