Qué hacer y qué no hacer con los antibióticos
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han descubierto que al menos El 28% de las recetas de antibióticos son innecesarias y con mayor frecuencia se prescriben incorrectamente para los resfriados comunes, los dolores de garganta virales, la bronquitis y las infecciones de los senos paranasales y del oído. Los médicos y proveedores de atención médica pueden recetar antibióticos para ayudar al sistema inmunitario a superar las infecciones bacterianas, como la faringitis estreptocócica, la tos ferina y algunas infecciones de la piel y los oídos. Sin embargo, los antibióticos comúnmente se usan incorrectamente cuando se toman para infecciones virales en lugar de infecciones bacterianas, lo que puede provocar resistencia a los antibióticos y hacer que el medicamento sea menos efectivo para tratar infecciones bacterianas.
¡Todos tienen un papel que desempeñar en la reducción del potencial de resistencia a los antibióticos! Para evitar el uso indebido de antibióticos, lea las siguientes recomendaciones sobre qué hacer y qué no hacer:
Lo que se debe hacer:
- Pregúntele a su proveedor de atención médica si existen alternativas a los antibióticos, como analgésicos de venta libre o beber más líquidos.
- Evita contagios lavándote las manos con frecuencia.
- Tome antibióticos solo si los necesita y se los ha recetado un proveedor médico.
- Tome la receta completa cada vez que le receten antibióticos.
Lo que no se debe hacer:
- No presione a su proveedor de atención médica para que le recete antibióticos cuando se sienta enfermo.
- No tome antibióticos para una infección viral. Los antibióticos no curarán el resfriado, la gripe, la mayoría de los dolores de garganta ni las infecciones de los senos paranasales.
Referirse a esta tabla cuando no está seguro de si debe tomar antibióticos para su infección. ¡Recuerde, los virus, como el resfriado común, el dolor de garganta, el COVID-19 y la gripe no se pueden curar con antibióticos!